lunes, octubre 30, 2006

Cinco




"La grandeza de lo pequeño II"
Acrílico sobre tabla.
130 cm. O

La magnolia no muere, simplemente regresa a sí misma, se queda a la sombra de su árbol, hasta que le llegue el momento de echarle otro vistazo y otro poco de perfume a este mundo.

Mira con detenimiento la forma y el fondo de las cosas.
Guarda lo que ves en la cabeza
Mezcla los colores con las manos
y pinta con el corazón.

sábado, octubre 28, 2006

Cuatro



"Magnolia"
Acrílico sobre tabla.
86 x 100 cm.

Y cuando se ha cansado de darme lecciones de luz para la vista, de silencio para el oído, de aroma para el olfato -incluso a veces también constituye mi alimento aunque sería incapaz de degustarla- cuando se ha cansado de darme lecciones -decía- entonces hace como que envejece, con tanta elegancia que se podría pensar que su blancura se ha evaporado en forma de perfume o bien que se transforma para que veas que ella sola es capaz de sacarse los colores.

Considero que no es necesario ser innovador para ser progresista, considero también que lo único auténticamente personal que uno puede aportar al arte de este tiempo que nos ha tocado vivir es la mirada, en este sentido intento contar lo que me fascina de lo que veo con una caligrafía a color minuciosa y sutil, eso es la pintura para mí, lo que veo lo llevo conmigo, la caligrafía es lo que quedará de mi.

viernes, octubre 27, 2006

Tres




"Magnolia al sol"
Acrílico sobre tabla.
122 x 120 cm.


Cuando sus pétalos se exponen al sol son los más brillantes: se desperezan, se abren, se iluminan con la luz que reflejan, me iluminan.


Por filosofar un poco, la vida existe gracias, entre otras cosas, a la deliciosa calidez de la luz, pero no debemos correr demasiado para iluminar el cuadro, sigamos el proceso natural del nacimiento del día, la luz se anuncia con la claridad, estudia esos momentos del amanecer, porque creo que tienen que ver con la forma de pintar que estamos explorando, ese es el punto a donde debemos llevar el cuadro antes de incorporar las luces más o menos deslumbradoras, si nos vamos a por ellas demasiado deprisa, estamos cogiendo el atajo hacia el pastelón.

martes, octubre 24, 2006

Dos



"Magnolia"
Acrílico sobre tabla.
70 x 58 cm.


A simple vista puede parecer una flor blanca con sombras grises, -gigante, eso sí- pero cuando uno se adentra por sus senderos mirando con más detenimiento y por el simple placer de sacarle los colores, sus matices son tantos y tan variados que convierten el hecho de pintar en un acalorado diálogo interior.

La luz posa sus rayos sobre todos los espacios cóncavos y convexos de este mundo. Yo estudio sobre la luz, donde la luz se impone, donde la luz se refleja, donde las diversas formas de los objetos producen miles de tonalidades que nos hacen entender y admirar la superficie de este mundo.

lunes, octubre 23, 2006

Uno



"Magnolia"
Acrílico sobre tabla.
35 x 35 cm.


La magnolia sale de sí misma, o sea, nace de algo parecido a un huevo vegetal, sólo que cuando se abre no dice ni pío, porque esta flor vive su majestuosa vida en un silencio sosegado, silencio que tan sólo interrumpe para exhalar su aroma, aroma que se expande por el paisaje de tal manera que es capaz de atravesar el Paseo del Prado y llegar hasta la parada del autobús.

Las flores, de momento, me proporcionan líneas y colores apetecibles para trabajar, pero más allá de los temas, lo importante es pintar, y pintar es otro cantar, pintar es resolver problemas, por un lado problemas de índole práctico, componer, dar color, buscar un equilibrio, pero además la pintura para mí también es algo espiritual, un ritual de soledad y silencio, por donde pasan, como si de un filtro se tratara, todos los minutos de mi vida.